Mirada caída, a veces molestia,
sin un saludo ni beso de despedida, -¡Oye chamaco! ¡Despídete de mí! – ¡No soy
chamaco!
Una profunda conversación entre
un padre y un hijo que se despiden apenas unas horas después de haberse
reencontrado, de esos padres criticados porque efectivamente, los vemos solo 10 horas a la semana, nos perdemos la mayoría de sus asuntos, los conocemos poco, pero aun somos padres.
-¡Quiero quedarme!
Buscamos opciones, buscamos las
formas y las encontramos, conciliamos poco, es cierto, faltamos, y siendo
sinceros si algo debería sorprendernos es que aun con estos cortos tiempos,
ellos nos reconocen, mantienen un amor encendido; ese señores, es justo a ese
amor al que no debemos faltar.
Debe existir alguna manera que
permanecer, los peluches no han funcionado, los últimos fueron regalados, al
parecer causaban terror en casa, un vampirillo de colores y una especie de
simio extraño que Matt amó al parecer solo algunos días, la siguiente vez que lo ví ya
los había regalado. Otros juguetes solo terminan en la canasta y bueno, en
realidad los hot wheels no se relacionan tanto con los recuerdos de quien te los ha entregado.
Nos gusta soñar, imaginamos historias,
inventamos nombres, y hoy nos recordamos a través estrellas.
Se lo que estarán pensando
muchos, lo mismo que “La doña” le dijo a Matt después de enterarse
que le he dado una estrella, “Papá miente” pero con estas cosas de la astronomía no se
juega señores.
Hace algunos días y justo cuando
me preguntaba como haríamos para tener una conexión que cruzara fronteras, decisiones
legales o personales se acercó a PapáDe1ra la empresa Etoilez, si, una
empresa (Francesa) que digamos… bautiza estrellas, quizá el regalo más
emocionante que podríamos tener y llegando justo en el momento.
Estaba realmente emocionado, le
he otorgado un nombre, le he hecho saber a mi Matt de su nueva estrella, de su
certificado, de sus coordenadas, de Orión y de que HolaMatt (Como le hemos
llamado a su nueva estrella) se encuentra justo en el corazón del guerrero, de
cómo estaremos cerca, del beso que le mandaremos al anochecer antes de dormir,
una vez más creí erróneamente de me quedaría corto en la explicación pero su
respuesta me conmovió aún más.
-Gracias por escribir mi estrella
papá (Con una buena sonrisa mirando el cielo por el medallón del taxi mientras viajábamos
camino a su casa para la entrega)
-También te escribí una estrella,
HolaPapá se llama.
Es para mí un regalo
extraordinario, es para Matt quizá un regalo increíble, para ambos un regalo
eterno, agradezco a Etoilez por dejarnos soñar, permitirnos imaginar, jugar incluso con "la ciencia", permítanse hacerlo también, señores, madres, no nieguen la oportunidad de creer y sobre
todo, nunca, pero nunca corten las alas ni la imaginación.
PapáDe1ra, Agradeciendo nuevamente su lectura, desde aquí hasta HolaMatt y de regreso.
PapáDe1ra, Agradeciendo nuevamente su lectura, desde aquí hasta HolaMatt y de regreso.
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